Por Evelyn Navas @ecnaproasesoria

En una mañana sin par en Miami, con un paísaje de fondo enmarcado por el verde floridiano, las palmeras reales y la suaves oleadas de brisa que caracterizan el cambio de estación, sostuve una amena platica con la escritora colombiana Pilar Vélez Zamparelli, quien ha sido invitada a participar en el programa del Miami Book Fair 2017 con su exitosa novela El Expreso del Sol.

La escritora, quien recientemente fue invitada a la FILBO, Feria Internacional del Libro de Bogotá, con una agenda que incluyó la presentación de la novela El Expreso del Sol y una charla sobre el papel de la literatura en el proceso de paz, la cual contó con la asistencia de grupos vulnerables, estudiantes y docentes de varios colegios y universidades. También ha sido autora invitada en ferias de gran relevancia como la Feria Internacional del Estado de México (FILMEX), la Feria Latino/Hispana de Queens, NY, entre otros distinguidos escenarios internacionales.

Al preguntarle que siente sobre esta invitación al Miami Book Fair, nos comenta.

“Es un sueño que se ha logrado gracias a la dedicación a esta noble tarea de escribir con absoluta entrega; a la paciencia de saber esperar y madurar en un arte que exige su propio tiempo; y a la fe inquebrantable de persistir y sobrepasar todos los obstáculos que se anteponen, pues el buen trabajo es la mejor carta de presentación y la llave que abre las puertas que parecieran inamovibles.  Sin duda, presentar en la feria de mi ciudad es una experiencia que anhelaba desde hace tiempo, pues considero que tratándose de una feria de talla internacional y una de las más importantes de los Estados Unidos, su papel no solo es el de promover la lectura, sino también exaltar todas las obras de calidad que han sido seleccionadas por los comités que año a año organizan el programa de la feria”.

El Expreso del Sol ha sido catalogado en varias bibliotecas públicas dentro y fuera de Estados Unidos, y seleccionado como texto escolar para estudiantes de secundaria en varios colegios. ¿A qué cree que se debe el éxito de esta obra?

“Pienso que la historia que narro refleja la realidad de millones de ciudadanos del mundo, en especial la vida cotidiana de muchísimas mujeres que sufren la violencia en sus mil y una formas, y que pese a su tragedia personal deben enfrentar la vida y sacar adelante a sus familias. Los personajes de esta historia, hombres, mujeres y niños, comparten con el lector el ardor de sus heridas, las mieles de sus sueños y su íntimo camino hacia el perdón y la resiliencia.  La novela que, abarca casi seis décadas de la misma familia, logra permear la historia con la de un entorno que trasciende el ámbito geográfico hasta fundirse en el fiel retrato de una sociedad marcada por la violencia, los problemas socio-económicos y el exilio forzado, pero que sobrevive gracias a la fortaleza personal y a ese pacto que cada ser humano hace para seguir adelante con la vida. Sin duda, es una obra sensible que sirve de voz para aquellos que no han podido o no pudieron contar su historia y es un llamado a construir sociedades más humanas”.

En la novela enseñas cómo tus abuelos sufrieron la violencia política y como la abuela Rosario no encontró otro camino que el exilio; a su vez nos permites palpar la realidad que enfrentan las familias que abandonan su tierra y buscan refugio en las ciudades. ¿Crees que la sociedad actual es más consciente del drama que sufren estas personas?

“Yo más bien me preguntaría si la sociedad está consciente de que la violencia es un problema que nos incumbe a todos. La paz es una necesidad mundial. Siempre asociamos la palabra “paz” a la palabra “guerra”, como el “negro” al “blanco”, pero la paz es un estado de vida y de justicia. Creemos que el otro es el que sufre, pero no nos damos cuenta de que “el otro” es una extensión de nosotros mismos y que ahora más que nunca los problemas del planeta no están aislados. La paz está reflejada en nuestros sistemas de gobierno; en el respeto por los derechos humanos, civiles y del medio ambiente; en la forma en que las corporaciones hacen sus negocios, y en la responsabilidad de cada ser humano para consigo mismo y con su entorno.  Creo que nuestra sociedad adolece de falta de humanidad y exceso de egoísmo. Este es el verdadero drama social que enfrentamos. De acuerdo a las estadísticas de las Naciones Unidas, 1 de cada 122 personas es desplazada a causa de la guerra, la violencia y la persecución.  A finales de 2016, la ACNUR reportaba un total de 65.6 millones de personas víctimas del desplazamiento forzado a un promedio de 20 personas por minuto. A diario nos enteramos del salvajismo del que son víctimas pueblos enteros que deambulan sin rumbo y que desaparecen ante nuestros ojos, pero no hacemos nada como raza humana. Quizás el problema es tan grande que nos sentimos impotentes o quizás no es impotencia, sino más bien indiferencia. Lo cierto es que el exilio forzado es un fenómeno causado por la falta de paz, pues el hambre, la corrupción, la sed de poder, la intolerancia y la falta de oportunidades es violencia.  Y ningún ser humano está exento de sufrir este flagelo”.

El Expreso del Sol está narrado en estaciones, comienzas con la Estación del huracán Wilma, y terminas con la estación El Sol. ¿Qué representa este viaje entre estaciones y que estaciones faltan por escribir?

“Veo la vida como una travesía, en la que cada experiencia es una estación en la que aprendemos algo de nosotros mismos y de la vida. Acumulamos estaciones y son nuestras decisiones las que nos permiten trazar la ruta de nuestro viaje. Es cierto que la sociedad en su conjunto escribe una historia colectiva, pero como seres humanos tenemos la libertad individual de trazar nuestro camino. Si cada persona traza su camino hacia la paz, el perdón y el amor, contribuye a mejorar la historia de la humanidad. En El Expreso del Sol, Corintia, la protagonista, se conecta con la naturaleza. El huracán que amenaza con destrozar su ciudad tiene la misma fuerza del ciclón que ella lleva por dentro y que de no liberarlo, terminará arruinándole la existencia. El Expreso del Sol es un viaje humano, que parte desde la tempestad hacia la esperanza. Ninguna de las estaciones es eterna; a veces decidimos permanecer en algunas de ellas mucho más tiempo que en otras, pero siempre tenemos la potestad de escoger el rumbo y erigir nuevas estaciones. Hay un camino espiritual que libera y magnifica todas las posibilidades”.

¿Qué enseñanzas te dejó El Expreso del Sol?

“Creo que esta novela me dio la oportunidad de crecer como ser humano. Vencí mis propias limitaciones y mis miedos. Recuerdo que lloré muchísimo escribiendo algunas estaciones, pues el dolor estaba allí esperando a que yo lo redescubriera y lo aceptara para poder iniciar un proceso de auto-sanación y reconciliación a través de la escritura. Recuerdo que algunas personas me aconsejaron que catalogara la novela como una obra de ficción, pero decidí no hacerlo. Sentí que etiquetar la obra como de ficción, era negar la verdad y quitarle el valor a su aporte testimonial. Esta decisión cambió mi rumbo y me dio la genuinidad que se requiere para defender una causa y hablar del tema con convicción. No imagino cómo sería pararme al frente de los estudiantes de las comunidades desplazadas y hablar con ellos, sin poderles decir: ‘Sé lo que están viviendo y por eso mismo escribí este libro…’ o cuando en medio de las presentaciones, algunos asistentes se animan a contar su historia y lo que han sufrido porque saben que compartimos la misma experiencia. Es hermoso cuando voy a las presentaciones y los estudiantes me entregan cartas, al igual que lo hacía Corintia con su mamá. Siento que el personaje ha dejado huella y esto tiene mucho valor para mí. En fin… podría decir mucho más, pero no puedo más que sentirme agradecida con mi familia y con la gente que me contó su historia para escribir la novela, y con los lectores, quienes me dan la oportunidad de entrar a sus vidas a través de la obra”.

Cuando le insisto en la pregunta sobre las nuevas estaciones, sonríe y levanta sus ojos al sol y comenta:

“Emerson decía que uno no debe seguir el sendero, sino dirigirse a donde no hay sendero y dejar una huella… creo que esto define mi viaje… mi derrotero es escribir con el corazón…”

Pilar Vélez presentará su obra el día 19 de noviembre a las 11:30 AM, Room 8525, Building 8, 5th Floor. 300 NE 2nd. Avenue, Miami, FL 33132 en la charla titulada: Reescrituras femeninas de la realidad colombiana, junto a las escritoras Patricia Engels, autora de Vida y María Clara Ospina, autora de El Sembrador de Mariposas.